Tres novicias del Instituto Hermanas Pobres Bonaerenses de San José hicieron su primera profesión religiosa, en una celebración privada transmitida en vivo para que las familias y amigos
La diócesis de Añatuya despidió a las Hijas de la Caridad, hermanas vicentinas, luego de 56 años de servicio en la Iglesia santiagueña.
Ante la escasez de personal causada por la pandemia del coronavirus, más de tres mil religiosas polacas se comprometieron a ayudar a los necesitados en hospitales, centros de atención, escuelas.
La hermana Rebecca Frinck, superiora de las Hermanas de la Misericordia de San Vicente de Paúl, se sumó a la lucha contra el coronavirus desinfectando las calles de su pueblo subida a un tractor.